Tomamos la estructura de esta casa de principios de los 70 para convertirla en un gran frente a un jardín continuo. Integrada por una celosía plegable de madera que permite un control solar por las tardes. La planta lineal deja, aparte del jardín frontal, un tragaluz posterior que permite el desarrollo de una casa luminosa en todos sus espacios.
La fachada principal de la casa mira directamente al oeste, lo que hacía necesario un control solar. La celosías de madera, trabajan junto al sol proyectando luces y sombras que cambian a lo largo del día. De noche la casa cambia y la luz que protege a la casa desde el exterior ahora sirve para darle privacidad desde el interior, sin esconder la secuencia de espacios continuos que se proyectaron.